Magia en Madrid

Hay una película estrenada en 2007 sobre la faceta poco conocida del escapista Harry Houdini como descubridor de fraudes sobrenaturales, como azote de los espiritistas. Se llama El último gran mago (Death Defying Acts), con Catherine Zeta-Jones y Guy Pearce, la vi el otro día y a continuación comentaré sobre ella y sobre qué hay de verdadero en la historia que trata.

Según la Wikipedia en su artículo sobre Harry Houdini, la última parte de su carrera la dedicó entre otras cosas a descubrir fraudes en sesiones de espiritismo. Los millones de muertos de la Primera Guerra Mundial y el avance de las ciencias provocaron un resurgir de lo sobrenatural, y aunque Houdini nunca había creído en el espiritismo, el que una medium intentara averiguar las últimas palabras de su madre antes de morir le irritó tanto que emprendió una cruzada sin fin contra los mediums.

La película se centra en el choque entre el mago y los espiritistas durante una visita a Edimburgo añadiéndole una historia de amor con una medium. Hay otra película sobre la vida del mago y escapista con Tony Curtis, Houdini (1953) que pude ver hace mucho tiempo, sin embargo la muerte del personaje es diferente a la de la vida real. En esta nueva versión corresponde a la realidad histórica.

Hodini precisamente murió el 31 de octubre de 1926, Halloween, y su muerte estuvo rodeada de misterio. Se cree que murió de apendicitis días después de recibir un puñetazo en el abdomen sin preparar, (que era uno de sus trucos). También se contempla la posibilidad de que sus enemigos le hubieran envenenado. La muerte le obsesionaba, se dice que a la edad de siete años estuvo a punto de morir ahogado en un río y que sus trucos de escapismo quizás surgían de esa obsesión. Pero ahora, ¿podría Harry Houdini escapar de su propia muerte?


El código Houdini

Aprovechando su propia muerte, Houdini había diseñado el truco de escapismo perfecto: Había establecido con su mujer, Bess Houdini, un código secreto consistente en diez palabras secretas extraidas de una carta de su amigo Arthur Conan Doyle para que si alguna vez contactaba el uno con el otro desde el mas allá mediante algún medium utilizara estas palabras. Diversos espiritistas dijeron haber entrado en contacto con el espíritu de Houdini pero no fue así, porque el código nunca fue verdaderamente revelado.

Al cabo de diez años, Bess Houdini celebró una última sesión de espiritismo también sin éxito. Entonces apagó la vela que simbólicamente había mantenido encendida junto a la fotografía de su difunto marido. "Diez años son suficientes para esperar por cualquier hombre", dijo.