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miércoles, 18 de febrero de 2009

Inducción de Elman (traducida)

Inauguro la sección de hipnosis con la famosa inducción de Elman que he traducido. Para utilizar en hipnosis, lo ideal es completarla en máximo 4 minutos, haciendo las pausas en los lugares precisos mientras la leemos (o mejor recitamos de memoria) al sujeto que vamos a hipnotizar:

Ahora inspira profundamente y mantén el aire durante unos segundos. A medida que expiras nota como se te cierran los ojos y relajas toda la superficie de tu cuerpo. Ahora deja que tu cuerpo se relaje lo máximo posible.

Ahora toma conciencia de los músculos de tus ojos y alrededor de tus ojos y relaja los músculos alrededor de tus ojos hasta el punto en que dejen de funcionar. Cuando estés seguro de que están tan relajados que mientras mantengas esta relajación los músculos no funcionarán, mantén ese grado de relajación y ahora trata de usarlos para asegurarte que no funcionarán. (dejar pasar 3 ó 4 segundos para la comprobación). Vale, ya puedes dejar de comprobarlos.

Y ahora, la relajación de tus ojos es de la misma intensidad que la relajación que quiero que tengas en todo tu cuerpo. Así que deja que esta intensa relajación fluya por todo tu cuerpo desde lo más alto de tu cabeza hasta la punta de los dedos de tus pies.

Ahora, podemos aumentar esta relajación aún mucho más. En un momento te pediré que abras y cierres los ojos. Cuando cierres los ojos esa es la señal para que esta sensación de relajación se vuelva 10 veces más intensa. Todo lo que tienes que hacer es desear que esto ocurra y ocurrirá de manera muy sencilla. Muy bien, ahora abre los ojos… ahora cierra los ojos y siente esa relajación fluyendo a través de todo tu cuerpo, llevándote mucho más hondo. Utiliza tu extraordinaria imaginación e imagina que todo tu cuerpo está cubierto y envuelto por una manta cálida de relajación.

Ahora, aún puedes aumentar mucho más esta relajación. En un momento, te pediré que abras y cierres los ojos una vez más. De nuevo, cuando cierres los ojos duplicarás la relajación que ahora tienes. Haz que la relajación se vuelva el doble de intensa. Muy bien, ahora de nuevo abre los ojos… cierra los ojos y dobla tu relajación… bien. Deja que todos los músculos de tu cuerpo se vuelvan tan relajados que mientras tengas esta intensidad de relajación, cada músculo de tu cuerpo no funcionará.

En un momento voy a pedirte que abras los ojos y cierres los ojos una vez más. De nuevo cuando cierres los ojos, doblarás la relajación que tienes ahora. Esta se volverá dos veces más profunda. Muy bien, ahora, de nuevo abre los ojos… cierra los ojos y dobla tu relajación… muy bien. Deja que todos los músculos de tu cuerpo se relajen tanto que mientras mantengas esta intensa relajación, cada músculo de tu cuerpo no funcionará.

Ahora enseguida voy a levantar tu mano (izquierda/derecha) cogiéndola de la muñeca, solo unos centímetros, y la dejaré caer. Si has seguido mis instrucciones hasta este momento, sentirás tu brazo tan relajado que quedará tan suelto y flojo como un trapo mojado y simplemente caerá por su propio peso. No intentes ayudarme, no debes hacerlo conscientemente. Deja que sea yo quien levante la mano para que cuando la deje caer, simplemente caiga por su propio peso y eso te permitirá profundizar en la relajación. (si el sujeto ayuda en levantar la mano: “No, déjame que sea yo quien la levante, no me ayudes. Deja el brazo muerto. No me ayudes. Lo vas a notar cuando lo tengas suelto.”)

Ahora has conseguido una relajación física completa. Quiero que sepas que hay dos maneras en que una persona puede relajarse: Puedes relajarte física y mentalmente. Ya me has demostrado que te puedes relajar físicamente, ahora demuéstrame que también puedes relajarte mentalmente. Enseguida te pediré que empieces a contar en voz alta despacio hacia atrás desde 100. El secreto de la relajación mental es que con cada número que digas duplicarás tu relajación mental. Con cada número que digas, deja que tu mente duplique la relajación. Cuando hagas esto, cuando hayas llegado al número 98, o quizás incluso antes, tu mente se habrá relajado tanto que estarás tan relajado que todos los números después del 98 desaparecerán de tu mente, ya no habrá más números. Ahora, hazlo, yo no puedo hacerlo por ti.

Estos números desaparecerán si tú los haces desaparecer. Empieza con la idea de que harás que esto ocurra y que podrás alejarlos fácilmente de tu mente.

Ahora, di en voz alta el primer número, 100 y duplica tu relajación mental.
Sujeto: 100
Operador: Ahora duplica tu relajación mental, deja que los números comiencen a disiparse.
Sujeto: 99
Operador: Duplica tu relajación mental. Empieza a hacer que se alejen.
Sujeto: 98
Operador: Ahora, deja que se alejen. Disípalos. Se desvanecen. Haz que ocurra, puedes hacerlo, yo no puedo hacerlo por ti. Aléjalos. Haz que ocurra. ¿Han desaparecido?

Usa la técnica de la cuenta de 10 a 1 para profundizar la relajación y comenzar la terapia.

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